¿Te gustaría tener una vida más simple, menos estresante? Vivimos en una sociedad donde tenemos demasiado trabajo, demasiada información, demasiados estímulos, demasiadas preocupaciones y, sobre todo, “demasiado poco” tiempo para nosotros mismos y para llevar a cabo una slow life.
Como ya sabrás, una vida en la que reinan el estrés y las prisas repercute negativamente en muchos aspectos, y tu productividad laboral es uno de ellos. Por eso, hoy te vamos a dar unos pequeños trucos para que puedas tener una vida mucho más relajada que beneficiará a tu salud y se reflejará en tu productividad.
1. Aprende a decir no. Vital para no sobrecargarse de trabajo que, al final, te conduzca a una situación de estrés difícil de gestionar. Di no más a menudo, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
2. Deja de quejarte. Centrarte constantemente en lo que no te sale bien o en lo que va mal en tu vida solo va a arrastrarte a un sentimiento de negatividad e infelicidad.
3. El test de los 10 años. ¿Conoces el test de los 10 años? Deberías aplicarlo en tu vida diaria. Es una excelente herramienta para limpiar tu mente de pensamientos que no aportan nada y dejar espacio para lo importante. ¿En qué consiste? Muy fácil, cuando haya algo que te preocupe piensa: ¿Será importante esto dentro de un año? ¿Y de cinco? ¿Y de diez? Si la respuesta es no, deja de preocuparte innecesariamente y aparta ese pensamiento de tu mente.
4. Acepta las imperfecciones de los demás. Si esperas que tu pareja, amigos, familia o compañeros de trabajo sean perfectos, sentimos decirte que vas a frustrarte. Es más, sentimos decirte que tú tampoco eres perfecto. Nadie es perfecto y así que, cuanto más juzgues a los demás, cuanto más te compares con ellos y cuanto más te preocupes, más te frustrarás. Y los sentimientos negativos solo atraen situaciones negativas, y estrés.
5. Comunicaciones. ¿A través de cuántos canales de comunicación recibes información? Redes sociales, móvil, e-mail, teléfonos, aplicaciones… Estamos continuamente expuestos a demasiada información que nos llega por demasiadas vías diferentes. Gestionar todo esto, sin duda, genera un estrés innecesario que puedes solucionar canalizando la información a través de un canal, o dos.
6. Cuida tu momento de la comida. Sí, sí. Algo tan sencillo como respetar tu pausa para comer y salir de la oficina a tomar el aire. Puede parecer un pequeño gesto pero, sin duda, es altamente beneficioso para tu cuerpo y tu mente. Cuidar tu alimentación te ayudará a afrontar mejor las jornadas laborales y cargar pilas durante la hora de la comida te ayudará a concentrarte mejor en lo que resta de jornada. Cada vez son más las empresas que conocen los beneficios de que sus empleados lleven una vida sana y más relajada. Por eso, cada vez son más las empresas que ofrecen beneficios sociales a sus empleados como cheques restaurante, favoreciendo que salgan a comer y a cargar pilas.
7. Haz la cama. Puede parecerte algo insignificante, pero dormir en una cama hecha cada día favorece el descanso y, por lo tanto, la energía para afrontar el día que tienes por delante.
