El ritmo acelerado del estilo de vida actual puede conducirnos a estados de fatiga, cansancio y falta de energía que, sin duda, tendrán un impacto negativo en todas las actividades que realizamos diariamente.
La solución la podemos encontrar, una vez más, en la nutrición. Una dieta que incorpore vitaminas y minerales como magnesio, hierro o vitamina B12 favorecerá que nuestro organismo combata de una manera más efectiva el cansancio y el estrés físico y mental.
El magnesio es conocido como un mineral anti estrés, es un tranquilizante natural que relaja los músculos y es altamente recomendado en tratamientos contra la depresión, la fatiga o la irritabilidad.
Asimismo, muchos lo llaman el “alimento de los músculos” ya que es un mineral realmente importante para poder desarrollar algunas funciones de nuestro cuerpo como la producción de energía de la glucosa, la asimilación del calcio, el funcionamiento del cerebro o la distribución de sodio y potasio a través de membranas celulares.
El magnesio puede aportar grandes beneficios a nuestro organismo: reduce el cansancio, contribuye a la síntesis de las proteínas y mejora la salud de nuestros huesos y dientes. Además, es un mineral alcalino indispensable para el buen funcionamiento muscular.
Se recomienda ingerir entre 300 mg y 1000 mg de magnesio diarios pero las dietas que consumimos habitualmente nos aportan una cantidad bastante alejada de la aconsejada.
¿Qué alimentos podemos incluir en la dieta para incrementar la cantidad de magnesio? El cacao, las legumbres y los frutos secos, así como las semillas o los vegetales de hoja verde son una fuente natural de magnesio.
El hierro y la vitamina B-12 también son indispensables para combatir el cansancio y la fatiga. Así, debemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en hierro como las lentejas, carnes rojas, hígado, espinacas, huevos o aves; sin olvidarnos de la vitamina B-12 presente en los productos de origen animal y lácteos.
