El mindfulness es un término cada vez más popular. Pero, ¿qué es? El mindfulness es una práctica que nos ayuda a pararnos, y pensar. Pensar en quiénes somos, lo que hacemos y por qué lo hacemos. Se trata de ralentizar el acelerado ritmo de vida que todos llevamos y que, finalmente, puede acabar repercutiendo en nuestra salud. Se trata de sumarse a la corriente slow.
El mindfulness está cada vez más presente en los entornos laborales. Son muchas las compañías que, conscientes de sus beneficios tanto para los empleados como para la propia organización, han decidido implantar programas mindfulness para los trabajadores. Las reuniones, los plazos de entrega, presentaciones, etc. provocan, inevitablemente, altos niveles de estrés que podemos aprender a gestionar y reducir a través del mindfulness. Los trabajadores menos estresados son trabajadores más contentos y motivados y, por ende, son trabajadores más productivos. Por lo tanto, parece una muy buena idea ayudar a los empleados a relajarse y levantar el pie del acelerador, ¿verdad?
La pausa de la comida es un gran momento para parar, relajarse, desconectar y respirar.
¿Cuántas veces comes el plato a toda velocidad casi sin darte cuenta de lo que estás haciendo? ¿Crees que es saludable comer en 10 minutos delante de una pantalla de ordenador? Cuando llega la hora de la comida, tomarte un tiempo para ser más “mindful” te ayudará a sentirte mejor, comer mejor, recargar pilas y rendir más lo que te resta de jornada.
¿Cómo puedes aplicar el mindfulness a la pausa de la comida? Es muy sencillo, tan solo tienes que parar. Parar, ese es el primer gran paso. Salir de tu lugar de trabajo para respirar aire puro y buscar un restaurante donde poder degustar un menú equilibrado y sano. Pararte a pensar en lo que vas a comer, escoger platos saludables que ayudarán a tu salud y tu estado de ánimo. ¿Ya has escogido tu menú? Bien. Ahora céntrate en disfrutarlo. Mastica despacio y, si ves que el estrés y las prisas de volver al trabajo te están distrayendo de tu momento midful, vuelve a parar y respira. Es sumamente importante que evites tentaciones de mirar el móvil, la Tablet o la televisión. Se trata de estar relajado y disfrutar de una quietud total. Saborea lo que estás comiendo y no te preocupes de nada más.
Date la oportunidad de frenar un poco dentro de la vorágine diaria. Aprovecha el momento de la comida para parar, escoger un buen menú equilibrado y saborearlo.
