El bienestar de los empleados en su puesto de trabajo es clave para su productividad. Así, una de las preguntas indispensables que deberían hacerse en todas las empresas es: ¿cómo organizar el espacio de trabajo para que los trabajadores se sientan bien en su puesto?
Existen tres principios básicos para la organización de los espacios de trabajo:
Diversidad de espacios. Es necesario disponer de diferentes espacios dentro de la oficina para poder desempeñar los diferentes tipos de trabajo. A veces necesitamos calma absoluta para determinadas tareas, pero otros trabajos hay que desempeñarlos en grupo o en espacios más abiertos para que la comunicación fluya entre los diferentes miembros del equipo. Todo tipo de espacios deben convivir en el mismo ecosistema para que los trabajadores puedan ocuparlos en función del tipo de trabajo que estén desarrollando.
Ergonomía. Pasar muchas horas sentados es perjudicial para nuestra salud, igual que pasar muchas horas de pie. Así, es necesario que los empleados dispongan de puestos de trabajo en los que puedan variar su postura, alternando ratos sentados y ratos de pie.
Facilidad para las interacciones. La variedad de espacios descrita anteriormente facilita las interacciones de los trabajadores de una empresa, pertenezcan al departamento que pertenezcan. Es necesario fomentar y facilitar las interacciones entre personas de diferentes perfiles, no solo a través de los espacios sino también de las tecnologías disponibles.
Aplicando estos tres principios de manera correcta, se facilitará que confluyan las 6 dimensiones del bienestar laboral:
1. El optimismo, para promover la creatividad y la innovación
2. La transparencia y el conocimiento, para una mayor implicación de los trabajadores
3. La autenticidad, para permitir que cada uno se muestre tal y como es
4. La pertenencia, para facilitar las conexiones y sentirse parte de un todo
5. La energía, para permanecer motivados
6. La capacidad para definir objetivos
