La rutina perfecta para mejorar la productividad

Imagina que existiera una forma de repartir las tareas a lo largo del día que te ayudara a multiplicar tu productividad por 10. Ahora imagina que existe y que no es tan difícil de llevar a cabo como puede que estés pensando.

Deja de imaginar porque esa rutina existe y es muy sencilla. Tan solo tienes que adquirir algunos hábitos matutinos, hacer pequeños cambios en tu jornada laboral e introducir pequeñas rutinas nocturnas. Suena fácil, ¿verdad?

Todos tenemos el mismo número de horas al día. El truco está en optimizarlo. Te vamos a dar algunos consejos para que exprimas al máximo el tiempo del que dispones y lleves tu productividad a otro nivel. No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor.

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El poder de la rutina matutina

Las cosas que haces durante las dos primeras horas después de despertarte marcarán el resto de tu día. Supongo que habrás tenido días donde las horas te cunden más que nunca y otros que no entiendes por qué pero tu mente no rinde. Todo tiene mucha relación con cómo empiezas tu día.

Puedes desperdiciarlas chequeando e-mails o mirando las publicaciones de Facebook o, por el contrario, puedes aprovecharlas haciendo deporte o tomando un gran y saludable desayuno. Tu energía está en sus cotas máximas al comienzo del día, ¡aprovéchala!

-Toma un buen y saludable desayuno.

No te saltes esta comida nunca, es la principal del día y no hacerla arruinará tu productividad el resto de la jornada. 

Es importante que sea un desayuno completo y que incluya alimentos de alta calidad nutricional, como fuentes de proteína, fibra y vitaminas

Alguna opción recomendable sería tomar tostadas de pan integral, alguna pieza de fruta, productos lácteos y por supuesto un café o un té para coger energías.

-Haz ejercicio.

No hace falta que hagas un entrenamiento largo. Sal a caminar 20 minutos o haz alguna rutina de ejercicios en casa. La clave es impulsar tu energía para empezar bien el día.

No importa la hora a la que te levantes, lo importante es introducir estos dos hábitos en tus mañanas para mejorar tu productividad el resto del día. Verás como estás más despejado y te ayudará a mejorar tu productividad e incluso tu bienestar.

Durante la jornada laboral

Muchas personas se empeñan en trabajar muchas horas seguidas, incluso saltándose las pausas de la comida, pensando que así van a rendir más. Error. No solo no son más productivos, sino que si no se realizan los descansos necesarios, el trabajo necesita ser revisado y muchas veces rehecho. Lo mejor es trabajar según tus niveles de energía, no al contrario, y reducir el mayor número de distracciones posible.

¿Has oído hablar del ritmo ultradiano?

Hace más de 50 años, el investigador del sueño Nathaniel Kleitman descubrió que mientras dormimos, nuestro ciclo del sueño tiene picos y valles en los que el sueño es más profundo, para ser más ligero, para ser más profundo después. Estos procesos duran 90 minutos. Es decir, en esos 90 minutos hemos pasado del sueño más ligero al más profundo y vuelta al ligero otra vez. Más tarde, descubrió que nuestro cuerpo opera de la misma manera que nuestro sueño, con ciclos de 90 minutos a lo largo del día. Nuestro cerebro puede mantenerse concentrado en la misma actividad unos 90-120 minutos. No más. Da igual las horas que pases delante de eso que tienes que hacer, más allá de los 90 minutos, no vas a estar centrado en ello. Aprovecha esos 90 minutos y después toma un descanso. Verás cómo tu productividad mejora notablemente.

Es más, estudios demuestran que los trabajadores más productivos realizan sus tareas durante 52 minutos totalmente centrados en lo que están haciendo, para después descansar 17 minutos.

Al final, se trata de concentrar los períodos de trabajo duro y concentración en un tiempo concreto y después descansar. Y así sucesivamente a lo largo de la jornada.

La importancia de los descansos

Los descansos son la clave de la productividad. Sal a pasear, mejorará tu creatividad. Haz estiramientos, te mantendrán en forma durante la larga jornada laboral. Habla con tus compañeros, tener buenas relaciones en el trabajo favorece tu bienestar laboral. Hidrátate, es muy importante mantener nuestro cerebro hidratado. Sal a comer, no comas un bocadillo delante del ordenador.

¿Y por la noche?

Es importante que veles por la calidad de tu sueño. Cena ligero, no veas la televisión justo antes de dormir, ni por supuesto revises tus e-mails en el teléfono o la Tablet. En definitiva, haz todo aquello que te vaya a ayudar a dormir más y mejor porque solo así recargarás las pilas para el día siguiente.

 

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