¿Quieres dejar de procrastinar?

Todos procrastinamos de vez en cuando. Reconozcámoslo. A veces posponemos tareas menores y sin importancia, como ordenar la mesa, pero otras veces retrasamos trabajos que son verdaderamente importantes y que implican un alto riesgo de fallar.  Siempre encontramos una buena excusa para no llevar a cabo nuestro deber: estamos demasiado ocupados, demasiado estresados, es demasiado arriesgado, somos demasiado jóvenes o demasiado mayores. Siempre una buena excusa.

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A veces son excusas válidas, sin embargo, en la mayoría de ocasiones, son excusas que ocultan el miedo o la inseguridad que nos da hacer determinado trabajo. Es un error pensar que mirando hacia otro lado y retrasando nuestras obligaciones, estas vayan a desaparecer y nuestra situación vaya a mejorar.

Hoy te vamos a dar 6 recomendaciones para que acabes con la procrastinación y te pongas manos a la obra:

1. Escribe tu objetivo y márcate una fecha límite para cumplirlo. Un objetivo sin un plazo puede alargarse eternamente.

2. Divide tu objetivo en pequeñas metas. Cuanto más grande sea tu objetivo, más rápido te llevará a una sensación de agobio y te sobrepasará. Divide tu objetivo en metas más pequeñas y alcanzables. Una vez que vayas cumpliendo estos hitos o metas, te moverás más fácil a lo largo del recorrido hacia tu objetivo final.

3. Cambia tu entorno. El ambiente puede tener un gran impacto en tu productividad. Observa a tu alrededor, tu escritorio y el ambiente en el que trabajas, ¿te empujan a la acción o a salir corriendo de allí? El orden, la iluminación y la ergonomía son factores que te ayudarán a reducir tus deseos de procrastinar tu trabajo.

4. Visualiza el futuro que quieres. Visualízate en un futuro en el que has logrado tus objetivos y los has acometido con éxito. ¿Hay algo más motivador para ponerse en marcha?

5. Benefíciate del miedo.  Sí, al miedo también se le puede sacar su lado bueno. De la misma manera que debes visualizarte en un futuro con éxito, piensa cómo te sentirás si dejas que el miedo a llevar a cabo determinadas tareas te vence. Piensa cómo te sentirás en un período de inactividad continuada, ¿crees que desaparecerá esa mala sensación o que crecerá más y más?

6. Empieza hoy mismo. Tomar la decisión de ponerse en marcha está muy bien, pero de nada sirve si no marcas un día en el que empezar.  Y ese día tiene que ser hoy. Si no, estarías procrastinando otra vez. Ahora mismo es el momento en el que debes tomar las riendas de esas acciones que no estás llevando a cabo.

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