Desde tiempos inmemorables, la realización de ejercicio físico ha estado estrechamente ligada a la evolución del ser humano. El hombre de cromañón dependía de su estado físico para sobrevivir; “mens sana in corpore sano”, decían los griegos y para Rosseau, el deporte era una herramienta fundamental en la educación de los niños para inculcarles disciplina, espíritu de equipo y, en definitiva, enseñarles a vivir como ciudadanos de una democracia.
En la actualidad, numerosos estudios confirman lo que ya habían dicho los griegos, el deporte nos hace más inteligentes (“Mens sana in corpore sano” ¿recuerdas?). Se ha demostrado que la práctica de deporte influye en la creación de neuronas (neurogénesis) y en la disminución de la muerte de neuronas (apoptosis). Además, el deporte hace que las conexiones entre las neuronas sean más fuertes y eficaces, favoreciendo el aprendizaje y la memoria.
A menudo, los líderes de empresa utilizan metáforas deportivas para la motivación y la cohesión del equipo de trabajo. El deporte tiene un gran impacto social y facilita la integración de las personas.
La actividad física puede aumentar la salud mental, reducir el estrés y la ansiedad y aumentar la autoestima. La tasa de absentismo laboral desciende entre aquellos trabajadores que practican deporte de manera regular, quienes además, tienen menos accidentes de trabajo y padecen menos enfermedades que las personas sedentarias.
Conscientes de los múltiples beneficios de practicar deporte, muchas empresas han comenzado a motivar a sus empleados para que dediquen al menos 30 minutos a realizar alguna actividad física. Las grandes empresas incluso ponen a disposición de sus empleados infraestructuras deportivas como salas de musculación o piscinas.
Evidentemente, no todas las empresas pueden disponer de espacios para que sus empleados disfruten de un poco de deporte pero, sin duda, sí pueden inculcar en sus trabajadores valores de vida sana favoreciendo una cultura de alimentación saludable o transmitiéndoles la importancia de dejar de lado el sedentarismo y, al menos, caminar 30 minutos diarios. Ofrecer beneficios sociales, como el cheque gourmet o el cheque transporte, puede ser una gran idea para que los empleados comiencen a vivir de manera saludable, aumentando así su productividad y rendimiento en el trabajo.
