El jengibre es una planta que ha sido utilizada con fines medicinales y culinarios desde hace miles de años. Su parte útil es la raíz, milagrosa para mucha gente ya que sus propiedades y los efectos beneficiosos que tiene para nuestro cuerpo son numerosos.
Puede consumirse de forma fresca, desecada, confitada o en jarabes. Es una especia muy utilizada para sopas, purés, guisos y postres. Sus aplicaciones son tan variadas como sus propiedades:
1. Es un conocido antiinflamatorio. Alivia los dolores musculares y reumáticos. Para aquellos cuyo trabajo les obliga a estar muchas horas sentados, es un buen remedio para aliviar o disminuir las consecuencias del sedentarismo.
2. Es un excelente tónico para nuestro estómago. Estimula los jugos gástricos, ayuda a combatir los gases, el empacho y las indigestiones. Comer un poco de jengibre fresco 5 minutos antes de la comida o acabarla con una infusión o té de jengibre te ayudarán a prevenir este tipo de trastornos.
3. Ya en el siglo V se utilizaba esta raíz como remedio para evitar los mareos de los marineros. Si tu trabajo te obliga a viajar constantemente y padeces cierta tendencia a marearte, el jengibre será uno de tus mejores aliados.
4. Mejora el flujo sanguíneo, previniendo las enfermedades cardiovasculares.
5. Previene la gripe y la tos y, además, es un excelente remedio para aliviar el dolor de garganta y la congestión.
6. Es una gran fuente de antioxidantes, combate el envejecimiento prematuro y reduce el estrés.
7. Favorece la absorción de nutrientes y eliminación de desechos del organismo, lo que lo convierte en un buen aliado para perder peso.
