CULTURA EMPRESARIAL CONTRA EL MOBBING

Hoy en día y con el gran esfuerzo de concienciación que existe sobre estos temas, aún hay mucha gente que está continuamente sometida a un acoso dentro de su puesto de trabajo.

En el ambiente laboral existen muchas personas que sufren mobbing. No hay un segmento de la población con la que los acosadores se ceben más, afecta a todos los géneros, edades y etnias. Hay estudios que elevan las cifras a un 33% de la población laboral las afectadas por estos actos de intimidación en Reino Unido.

Otros datos relevantes de estos informes laborales destacan que: es más probable que las mujeres lo sufran, que más de un 70% de los casos el acoso es obra de un gerente o que una de cada tres personas abandona su puesto de trabajo por mobbing.

Tipos de mobbing

Uno de los principales rasgos de un acosador laboral es el uso del insulto u otro tipo de agresión verbal, como gritos y el uso de un tono brusco, hacia la víctima. Este tipo de comportamientos intimidan a las personas que lo sufren, siendo muy frustrantes y mobbing en la oficina ocasionando problemas psicológicos.

Otro elemento clásico del mobbing es la exclusión social. El aislamiento laboral de un individuo o grupo hacia una persona concreta produce en esta una sensación de vacío importante, que le impide pasar su jornada laboral con normalidad. También suelen surgir falsos comentarios y chismorreos que humillan y dejan en evidencia a la víctima. Estas habladurías en general suelen ser falsas y tienen como objetivo minar la moral de la persona para que abandone la empresa.

Del mismo modo, se pueden dar casos de infravaloración. Por ejemplo, ignorando sugerencias, comentarios o propuestas de una persona, simplemente porque sí. Y el más grave de todos los comportamientos de acoso es la agresión física. Suele ser el tipo de actuación menos frecuente, pero para nada es un hecho aislado.

¿Qué puedes hacer para prevenir estas situaciones?

Es labor de todos en esta sociedad actual en la que vivimos, donde existe una cultura que aboga por la igualdad entre todas las personas, que el mobbing, y cualquier otra forma de acoso, desaparezca. Debemos educar a los más pequeños en los valores de igualdad, respeto, tolerancia y empatía, para que comportamientos de este tipo dejen de producirse.

Sin duda los celos o el sentimiento de envidia son unos de los principales motivos por los que surgen situaciones de mobbing. El acosador suele sentirse menos competente que otro trabajador, intimidado de cierta manera por sus capacidades y temiendo por su puesto, por el status quo actual, e intenta desestabilizarla de cualquier forma.

El valor de la cultura del bienestar

De nada sirve tener a los mejores profesionales del sector en una empresa si su cultura empresarial no puede frenar actos de acoso laboral. Es responsabilidad directa de los gerentes, directivos y personas de mayor jerarquía identificar estas conductas y ponerles fin. Un protocolo de identificación y actuación para comportamientos de este tipo tienen que formar parte de la cultura empresarial. De este modo se alimenta un ambiente abierto, donde los trabajadores se pueden sentir seguros y cómodos.

Estas políticas de conducta interna son básicas para el normal funcionamiento dentro de una organización. Se deben inculcar a todos y cada uno de los miembros de la plantilla, empezando por los puestos de mayor responsabilidad. Del mismo modo, se les ha de plantear desde el inicio a los nuevos trabajadores de la empresa.

Para lograr el objetivo de alcanzar una cultura del bienestar, la comunicación juega un papel fundamental. Existiendo un buen ambiente laboral y sin ningún tipo de comunicar en la empresa condicionante que influya negativamente en los trabajadores, éstos podrán denunciar cualquier indicio de mobbing o situación incómoda que estén viviendo. Así mismo, entre los propios empleados se creará un compañerismo que reforzará el sentimiento de tolerancia cero ante cualquier mal comportamiento de otra persona del equipo.

El canal de comunicación también es un factor relevante en esta problemática. Un trabajador, esté donde esté en el nivel jerárquico, debe saber con nitidez dónde hay que acudir para comunicar que está recibiendo o presenciado acoso laboral. Tanto el departamento de recursos humanos como las personas con cargos de responsabilidad deben estar involucrados potenciar los códigos de conducta interna. Tan importante es saber identificar las situaciones de mobbing como intervenir y resolverlas. De ahí la importancia de tener unos procedimientos muy bien elaborados contra el acoso laboral.

El código de conducta interno debe poder ser el principal apoyo para reportar este tipo de comportamientos, así como su registro, clasificación y confirmación. Del mismo modo se debe actuar con los procedimientos disciplinarios hacia el acosador.

 

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