Consecuencias laborales de una mala calidad de sueño

No hay duda de que existe una tendencia de vida saludable en nuestra sociedad que está cambiando los hábitos de las personas. Este fomento del día a día más sano se fundamenta en la alimentación y la actividad física. Es decir, comer mejor y hacer más deporte.

Sin embargo, una jornada tiene 24 horas y de poco sirve que durante el día nos esforcemos en cuidar nuestro cuerpo si por la noche estamos estropeándolo todo ese trabajo. Por eso nos preguntamos: ¿estamos dando la importancia que realmente tiene la calidad de sueño?

De nada vale comer 5 veces al día, llevar una dieta equilibrada a base de alimentos naturales y ecológicos sin grasas saturadas, bajarse del autobús 2 paradas antes o correr hora y media todos los días si no se cumplen unos hábitos de sueño correctos. La falta de sueño nos afecta durante el día a día, y en el trabajo aún más.

Afecta a más personas de lo que parece bigstock-Tired-Woman-At-Office-Desk-119626298-e1483634433409

Cada vez más personas sufren algún trastorno del sueño. Puede ser por propia culpa, malos hábitos de sueño, trasnochar o gran consumo de bebidas con cafeína. Pero también existe la posibilidad de que factores externos nos afecten. Como el insomnio, un problema que según varios estudios afecta a un 30% de la población occidental o la apnea del sueño, trastorno que causa una interrupción de la respiración durante el sueño, lo que provoca que la persona no descanse correctamente.

Efectos de la falta de sueño en nuestro trabajo

Estado de ánimo

Es uno de los síntomas más fáciles de detectar ante una mala noche de sueño. Se incrementa la irritabilidad y el estrés provocando que la persona se sienta muy irascible.

Como consecuencia de estos cambios en el organismo se multiplica exponencialmente la posibilidad de que surjan problemas con los compañeros de trabajo durante situaciones que, con una calidad de sueño normal, no pasarían. Hablamos, por ejemplo, de reuniones con debates e intercambio de opiniones, donde una persona cansada tendrá problemas para entender y sentir empatía por los demás.

Además, si esa mala calidad del sueño se perpetúa en el tiempo, puede provocar problemas más graves como ansiedad y depresión.

Pérdida de productividad

Sin duda es otro de los principales efectos de una mala calidad del sueño. El sentimiento de estrés y cansancio que genera dormir pocas horas, deriva en consecuencias como una falta de atención en conversaciones con compañeros o clientes. También se incrementa el tiempo en realizar las tareas y el riesgo de equivocación, teniendo que rehacer trabajos que hacen bajar la productividad.

Más probabilidades de sufrir un accidente

Por último, y quizá más importante, hay que señalar que la falta de sueño puede provocar accidentes. Ya sea yendo a trabajar en coche (disminuyen los reflejos, empeora la visión, se incrementa la conducción agresiva, etc.), en el mismo lugar de trabajo bajando escaleras o en cualquier otra circunstancia, la falta de sueño puede ser la causa de incidentes laborales.

Mejora tu horario de sueño

Por todo esto, te recomendamos que, para mejorar no solo tu rendimiento laboral sino tu calidad de vida en general, adoptes unos hábitos de sueño correctos. Controla el horario de acostarte, no bebas gran cantidad de bebidas con cafeína o energéticas ni hagas ejercicio justo antes de ir a dormir. Todos son factores que pueden dificultar el sueño y provocar que no descanses lo suficiente.

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