Tus hijos ¿tus nuevos compañeros de trabajo?

La irrupción del coronavirus en nuestras vidas ha hecho que a nivel laboral todos nos enfrentemos a distintos desafíos, tanto por los variados estilos de vida como por el tipo de trabajo desarrollado. Aun así, muchos de los problemas que nos surgen en el teletrabajo son los mismos.

 

Un curso incierto

Para los que además de trabajadores somos padres ¿por qué nos da la sensación que tenemos que elegir entre trabajo y niños como si fueran incompatibles? Cierto es que no resulta tarea fácil pero puede encontrarse el equilibrio entre atender a la familia, seguir siendo productivo y no sentirte culpable por querer serlo.

Se calcula que en España trabajan desde casa algo más de un 30%, una cifra que ha ido incrementándose aunque sin alcanzar las cifras del resto de Europa. A poco de empezar el curso académico son varios los escenarios posibles que puede depararnos el último trimestre del año.

Mientras los niños están en el colegio, todo dependería de ti, tu concentración y tu capacidad de trabajo. Si por el motivo que sea los niños deben estar en casa puedes encontrarte con que sea una situación puntual o algo similar a la del confinamiento, con tareas del colegio incluidas.

Los bebés son caso aparte ya que son realmente imprevisibles pero también pueden tomarse ciertas medidas que te ayudarán mientras trabajes desde casa.

En definitiva, gestionar esta situación de una u otra manera dependerá principalmente de la edad del niño y de si cuentas con ayuda (sea doméstica o familiar).

 

A quien madruga…

Cuando tienes niños merece la pena madrugar entre semana, ya sea para adelantar tareas domésticas o trabajar (por ejemplo en el caso de aquellos que no deban ceñirse a un horario laboral). De esta manera cerrarás tareas, estarás más tranquilo y eso se notará tanto en tu humor como en el ambiente de casa.

Durante esos momentos en los que los niños aún no se han levantado, el silencio reina en la casa (y en la calle) lo que te permite concentrarte aprovechando que estás despejado y fresco.

Será a lo largo del día cuando hagas otro tipo de gestiones como realizar llamadas u otras más breves que requieran menos atención.

Gourmet a domicilio puede ayudarte en la búsqueda del equilibrio diario. Comerás bien, ahorrarás tiempo y podrás invertirlo en lo que realmente quieras. Nunca ha sido tan cómodo comer en casa o en la oficina.

 

Lo urgente antes que lo importante

¿Tus compañeros están esperando que les mandes un documento? Prioriza esa parte del trabajo en la que otros dependen de ti. Asegúrate de hacerlo con tiempo suficiente porque es posible que te lleve más tiempo de lo que has calculado. ¿Uno de los motivos? La probabilidad de que cuando más necesites concentrarte más te asaltarán con múltiples interrupciones.

 

Establecer límites

Trabajar desde casa mientras los niños están en ella te obliga a establecer una serie de límites que deberás explicarles con paciencia y de manera tan clara y sencilla que ellos lo entiendan.

El caso más concreto es el de las videollamadas. Estás en medio de una reunión virtual y entran en plano tus hijos. O justo ese momento deciden pelearse a base de gritos, lo que te pone en una situación realmente incómoda. Realizar las llamadas con altavoz les servirá de advertencia para que tengan presente que te encuentras en un momento importante. Escuchar las voces de otras personas (y el tono con el que hablas) les ayudará a recordar que, aunque estás en casa, estás trabajando.

Pero ¿y si realmente te necesitan? Puedes colocar un cartel en la puerta que les invite a reflexionar sobre si es necesario interrumpirte o pueden esperar.

 

Negociando que es gerundio

Los niños son muy listos y a partir de una edad ya entienden que trabajar es tu obligación. Por lo general respetarán tu espacio, sobre todo si ven que luego dedicas tiempo a estar y disfrutar con ellos. Son tus hijos y lógicamente necesitan y quieren tu atención.

Para hacerlo más entretenido puedes negociar con ellos una tarde de juegos, una sesión de cine casera o jugar a lo que ellos quieran. Al final se trata de encontrar el equilibrio entre esos dos aspectos de tu vida.

 

Ten paciencia

El confinamiento puso nuestro mundo patas arriba. Los niños más pequeños no entendían que, aun teniéndote al lado en ropa informal, estuvieras trabajando y necesitaras máxima concentración para terminar un proyecto, redactar un informe o realizar una llamada telefónica importante.

Aunque hay zonas con restricciones, no estamos en esa misma situación y puedes compensarles con una salida al campo, un paseo por la ciudad u otras actividades seguras en las que mantengáis las medidas de higiene y prevención requeridas pero fuera de casa. Cambiar de escenario es bueno para todos.

Sea como sea, ponte en su lugar y emplea un tono amable y respetuoso con ellos. De lo contrario, lo único que conseguirás será sentirte mal contigo mismo y no podrás concentrarte como necesitas.

 

Previsión y creatividad

Sé previsor. SI sabes que tu próxima reunión virtual coincide con la hora de la merienda, procura adelantarla o dejársela preparada para evitar conflictos.

En este sentido, fomentar su autonomía favorecerá su desarrollo por un lado y tu concentración y productividad por el otro. No tiene sentido que les digas que beban cuando necesiten si no tienen su vaso a mano. Su menaje y utensilios de primera necesidad deberían estar a su alcance.

Explora tu creatividad para proponerles actividades atractivas que les mantengan ocupados. Encomiéndales la tarea de preparar un bote de ideas, o lo que es lo mismo, decorar un bote en el que introduzcan papelitos con propuestas para cuando están aburridos (quien dice bote, dice caja).

Leer, hacer manualidades, disfrazarse, los juegos de mesa, las construcciones, hacer un tipi, preparar una obra de teatro, pintar, modelar plastilina, montar una ciudad con todos sus juguetes, diseñar un circuito o hacer bisutería… Como ves, son muchas las posibilidades de entretenimiento ¡y muchas más las que se les ocurrirán a ellos!

 

Sé flexible

¿Y respecto a la televisión y/o la tablet? Permitirles ver un poco la tele o jugar a la tablet (siempre supervisando los contenidos, por supuesto) suele ser un plan B muy efectivo para captar su atención.

Frente a situaciones extraordinarias, medidas extraordinarias. No hablamos de engancharles permanentemente a las pantallas sino de explicarles que os encontráis en una situación especial. En cualquier caso, no te olvides de regular el tiempo de uso para que sepan de antemano que sólo cuentan con un tiempo determinado.

 

Además del coronavirus, hay muchas razones por las que puedas encontrarte trabajando desde casa con tus hijos. Aunque a priori no sea la situación ideal y exija responsabilidad y una mayor implicación por nuestra parte, hay que tener en cuenta que es la manera de continuar trabajando y además hacerlo de forma segura. Merece la pena el esfuerzo ¿verdad?

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