Hay una cualidad, algo así como un súper poder natural de algunas personas, capaz de construir equipos altamente productivos: el pensamiento divergente.
“Los problemas significativos que enfrentamos no pueden resolverse en el mismo nivel de pensamiento que teníamos cuando los creamos.” – Albert Einstein.
Es decir, es una cuestión de perspectiva. No podemos resolver los problemas haciendo algo diferente. Lo que tenemos que hacer es pensarlos desde un ángulo diferente.
Esto requiere de una mentalidad diferente y es esa mentalidad la que debes buscar en las personas que contratas. ¿Cómo se llama? Pensamiento divergente.
Las personas con un pensamiento divergente son capaces de enfocar el “juego” de una manera diferente, ganando en ingenio y productividad.
La premisa tras el pensamiento divergente es: aquellos que pueden acceder de manera continuada al lóbulo temporal derecho del cerebro (una de las principales funciones de los lóbulos temporales son el reconocimiento de la palabra, el sonido y la información visual), son capaces de generar un mayor número de ideas asociadas a un tema o un problema, explorando un mayor número de posibles soluciones.
Es simple. Los pensadores divergentes piensan diferente. Son creativos. Tienen una habilidad sorprendente para encontrar nuevas ideas y posibles soluciones en un breve espacio de tiempo.
¿Cómo saber si tu candidato tiene pensamiento divergente? Probablemente hayas oído hablar más de una vez del “Test de los 9 puntos”. ¿Cómo unir 9 puntos con 4 líneas rectas y sin levantar el lápiz del papel?
La única solución es aplicar el pensamiento divergente. Olvídate del patrón establecido, no intentes formar un cuadro con los puntos. Abandona el pensamiento previo y amplia tu campo de percepción.
Fuente: INC
