A las puertas del invierno y de la Navidad, nos vamos a la playa. Porque la playa en verano se disfruta, pero en invierno tiene un encanto especial y, sea la época del año que sea, tiene grandes beneficios para nuestro cerebro.
Según estudios recientes, la playa es uno de los mejores lugares para aliviar el estrés y sanar el cerebro.
Hay algo relajante en el sonido de las olas, el olor del agua salada y la sensación de la arena cálida bajo los pies.
Probablemente, la playa sea en uno de los primeros lugares en los que piensas cuando necesitas recargar pilas y aliviar tu mente. ¿Por qué?
1. El sonido de las olas al romper. Este tipo de sonido repetitivo, lento y susurrante nos mantiene en calma. El sonido de las olas puede ayudarnos a alcanzar un estado contemplativo probado a la hora de sanar y fortalecer el cerebro.
2. El color azul. Los diferentes colores producen diferentes efectos psicológicos, emocionales y físicos. El color azul, por ejemplo, es usado en marketing para transmitir sensación de calma. Está demostrado que el color azul tiene un profundo efecto calmante en las personas. Además, el color azul favorece la creatividad, la motivación y la concentración. Quedarse mirando fijamente al mar cambia la frecuencia de nuestras ondas cerebrales y nos lleva a un estado meditativo realmente relajante.
3. El olor a mar. Cuando pisamos la arena de la playa, abrimos nuestros pulmones y dejamos que se llenen del olor de la brisa y la neblina marina, cargada de sal, nuestro cerebro recibe beneficios inmediatos. Los iones negativos de la brisa marina calman nuestro cerebro. Asimismo, está demostrado que los iones negativos tienen un pronunciado efecto anti-depresivo.
4. La arena bajo los pies. Está probado que caminar descalzo tienen numerosos beneficios para nuestra mente y nuestro cuerpo. La razón es que nuestros pies contienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas y puntos de acupuntura. Nuestros pies son capaces de absorber los iones en la superficie de la tierra de la misma formar que nuestros pulmones lo hacen con los del aire.
Es cierto, cuando estamos estresados no siempre tenemos la playa a mano para ir a que nuestro cerebro se relaje, pero siempre nos queda la opción de escuchar algún audio con el sonido de las olas que, aunque sea durante unos minutos, nos transporte hasta una playa y nos ayude a rebajar los niveles de estrés.
