El brainstorming (tormenta de ideas) es un poderoso método de trabajo en equipo para crear nuevas ideas, resolver problemas y motivar y desarrollar equipos. Favorece la colaboración porque involucra a todos los miembros de diferentes equipos en temas de envergadura para la empresa. Pero, ¿cómo realizar la sesión de brainstorming perfecta para solucionar problemas?
Cuándo usar el brainstorming
Generalmente, este método es útil cuando se necesitan generar muchas nuevas ideas. También es recomendable aplicarlo cuando un equipo está intentando resolver un problema cuya solución parece estar alejada de una deducción lógica y es el pensamiento lateral el que tiene que entrar en juego.
El brainstorming también es una técnica perfecta para fortalecer un equipo a través de las sinergias y conexiones generadas entre los miembros del equipo.
La creatividad es esencial en un proceso de brainstorming, sin embargo, y al contrario de lo que pueda parecer, no es una actividad aleatoria. Es necesario estructurar estas sesiones y seguir una serie de reglas. En una sesión de tormenta de ideas, el problema o reto se presenta de una manera neutral y, a partir de ahí, los participantes aportan sus ideas de manera espontánea para llegar a una solución.
Para que una sesión de brainstorming transcurra como debe y sea productiva, deben respetarse unas reglas básicas marcadas por Alex Osborn, publicista y padre del brainstorming.
1. Eliminar las críticas. La crítica y la evaluación severa van a interferir de manera negativa en la generación flexible de ideas. Evita las críticas y el juicio de ideas generadas en una sesión de este tipo ya que se trata de fomentar una atmósfera creativa donde las ideas son bienvenidas, no “castigadas”.
2. Acumular una gran cantidad de ideas. Las ideas creativas surgen menos frecuentemente de lo que nos gustaría. Lo importante es generar una gran cantidad de ideas, a más ideas, más probabilidades de que surjan soluciones creativas. Se trata de poner sobre papel muchas ideas entre las que elegir y a las que dar forma. Las primeras ideas que surgen suelen ser poco frescas, por eso, si te limitas a recoger las primeras 20 aportaciones, estarás limitando la posibilidad de llegar a una buena solución.
3. Construcción. Para alargar la lista de ideas, debes animar a los participantes de la sesión a que desarrollen, mejoren o enriquezcan las aportaciones de otros.
4. Fomenta las ideas salvajes y exageradas. Es más fácil llegar a una solución creativa cuando los participantes no encuentran límites ni ven coartados sus pensamientos. Todas las ideas son bienvenidas, sin embargo, no estamos acostumbrados a lanzar ideas que sean diferentes, salvajes, exageradas. Es importante que el líder o conductor de la sesión sea capaz de generar un ambiente favorable en el que los miembros del equipo no teman decir lo que están pensando
Una vez que todos los participantes han entendido estas reglas, puede comenzar la sesión de brainstorming que, normalmente, se desarrolla en los siguientes pasos:
Creación del grupo de participantes, el tamaño perfecto es entre 5 y 7 personas. Procura que nunca supere los 12 integrantes. Deben tener un interés particular en resolver el problema y el conocimiento necesario sobre el tema.
Selección del coordinador que guiará el proceso y se encargará de que se respeten todas las normas.
Selección de un método para recoger todas las ideas que vayan surgiendo. Post-its, folios o un archivo de Excel. El que más cómodo resulte, pero que no quede ninguna idea sin registrar.
Elección de una localización para la sesión.
Antes de comenzar la sesión, el coordinador debe recordar las normas, después pasará a exponer el problema de forma neutral para que comience la tormenta de ideas.
Una sesión de brainstorming bien ejecutada es una gran herramienta para solucionar los problemas a los que día a día se enfrentan los equipos de trabajo. Y tú, ¿sueles aplicar este método con tu equipo? ¿Sigues estas normas?
