¿Preparados para la ola de calor?

La ola de calor es ese fenómeno meteorológico que todos los veranos nos pone en alerta. Independientemente de la zona en la que se viva, o incluso sin pertenecer a un grupo de riesgo, es importante saber cómo prevenir y cómo actuar ante las peligrosas consecuencias de la ola de calor.

 

Los efectos del exceso de calor en el organismo

Calor y verano van estrechamente relacionados. Después del largo invierno se agradecen buenas temperaturas que nos permitirán además disfrutar tanto de la piscina como de la playa. Sin embargo, el exceso de calor afecta negativamente a nuestro cuerpo, pudiendo ser de extrema gravedad en algunos casos.

Entre algunos de sus efectos más habituales se encuentran:

  • Deshidratación. Es habitual que aparezca acompañada de decaimiento y sensación de postración.
  • Calambres. Este incómodo y molesto efecto se produce como consecuencia de la pérdida de sales minerales.
  • Agotamiento. Viene acompañado de malestar general, sed intensa, dolor de cabeza, incómodas náuseas y vómitos.
  • Golpe de calor. Vital detectarlo a tiempo. Sus síntomas pueden abarcar desde dolor de cabeza, náuseas y vómitos, pasando por piel enrojecida y fiebre, pudiendo además derivar en mareos, convulsiones incluso coma.

 

Prevenir los efectos de la ola de calor

Desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre, desde las distintas instituciones sanitarias se ofrecen recomendaciones y consejos a fin de prevenir los efectos de la ola de calor.

Aunque siempre debes protegerte del sol, es durante el verano donde hay que ser extremadamente cautelosos. De esta manera evitarás sus efectos perjudiciales como son el envejecimiento prematuro de la piel, manchas solares, cataratas, quemaduras o lesiones cancerosas.

Permanece durante el mayor tiempo posible en los lugares más frescos, a la sombra o climatizados y refréscate tantas veces como consideres necesario. En la medida de lo posible utiliza gafas de sol y ropa ligera y holgada de colores claros que además permita transpirar.

Respecto a vehículos, nunca dejes a nadie solo en un coche que esté expuesto al sol en verano. Al entrar en la mayoría de las oficinas es habitual notar bastante diferencia de temperatura con el exterior así que no está demás tener a mano una prenda ligera para evitar los cambios bruscos.

 

Aunque no sientas sed, debes beber con frecuencia agua, zumos, refrescos o bebidas isotónicas. Si bien es cierto que nunca debe abusarse de las bebidas con alcohol, todavía es más importante no hacerlo en verano. De igual modo también debe reducirse el consumo de bebidas con cafeína o muy azucaradas ya que pueden hacerte perder más líquido corporal.

Respecto a las comidas, elige platos ligeros y frescos como gazpacho y ensaladas en vez de comidas copiosas y calientes. Verduras y frutas son muy recomendables por su alto contenido en agua y sales minerales. En Gourmet a domicilio encontrarás un montón de opciones.

 

Factores de riesgo del golpe de calor

Aunque cualquiera puede sufrir un golpe de calor, hay varios factores que aumentan el riesgo de sufrirlo como son la edad o alguna medicación.

La capacidad para afrontar las temperaturas muy elevadas va en función de la fortaleza del sistema nervioso central. En los niños no está plenamente desarrollado y en los adultos mayores de 65 años comienza a deteriorarse con lo que el organismo de ambos grupos suelen tener dificultades para mantenerse convenientemente hidratado.

Por su parte, ciertos medicamentos pueden afectar la capacidad del organismo para permanecer hidratado y responder al calor. Presta especial atención a los que estrechan los vasos sanguíneos, los que regulan la presión arterial al bloquear la adrenalina, los que hacen que el cuerpo expulse sodio y agua (diuréticos) o los que reducen los síntomas psiquiátricos (antidepresivos). Asimismo, algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o pulmonares, el sedentarismo, la obesidad y los antecedentes de golpes de calor podrían aumentar el riesgo de sufrirlo.

 

Cómo actuar ante un caso de golpe de calor

En cualquier momento puedes encontrarte con alguien que sufre un golpe de calor. Los consejos a seguir son los siguientes:

  • Llamar al 112.
  • Colocar a la persona en la sombra y desprenderle de alguna prenda de ropa como chaquetas o pañuelos a fin de airearle.
  • Si está consciente, colocarlolo con la cabeza algo elevada y ofrecerle agua fresca para que vaya bebiendo despacio. Nunca deben darse líquidos a una persona inconsciente.
  • Refrescarle la cara y las axilas con agua fría o hielo.
  • Si está inconsciente colocarla tumbado de lado, con las piernas flexionadas.

 

Además del golpe de calor, también existen otras situaciones como aparición de calambres y agotamiento de calor que requieren también de cuidados de rehidratación.

En caso de notar una gran sudoración acompañada de algunos de los síntomas que comentábamos más arriba debes cesar toda actividad, beber líquidos y refrescar el cuerpo. En cuanto te notes indispuesto pide ayuda y, en caso de que los síntomas se agraven, deberás valorar las opciones de consultar con el centro de salud o llamar directamente al 112.

La ola de calor es un episodio de temperaturas extremas muy altas que pueden tener consecuencias negativas sobre la salud. Dermatitis, edemas, quemaduras, insolaciones, calambres y síncope por calor son las más habituales pudiendo llegar a complicarse.

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