Cómo ser un buen líder

Mucho se ha hablado sobre el concepto de líder en cualquier ámbito. En términos generales, un líder es una persona que ocupa una posición dominante o superior dentro de su campo y es capaz de ejercer un alto grado de control o influencia sobre los demás.

Cada uno de nosotros ha convivido con un líder en el trabajo o en otra faceta personal de nuestras vidas. Pueden ser buenos líderes o no tan buenos. Cuando nos toca a nosotros ser líder, ocupamos un puesto en el cual todas nuestras habilidades están en el centro de atención.

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Las habilidades de liderazgo marcan la diferencia en la lucha por el posicionamiento empresarial en el mercado. Una de las claves más importantes para determinar el éxito de una empresa se halla en la capacidad de colaboración de sus equipos.

¿Qué habilidades tiene un buen líder?

Esta es la pregunta del millón, un buen líder debe tener una buena suma de cualidades que ofrezcan seguridad y garantías a la otra parte. Por lo general se pueden distinguir las siguientes:

Motivación. Los buenos líderes deben inspirar a sus trabajadores a hacer un esfuerzo adicional en sus tareas. A menudo juegan con una cartera de recompensas y reconocimientos. Un equipo motivado además de trabajar a un rendimiento mayor, también es más feliz y, por lo tanto, trabaja de manera eficiente y eficaz.
Saben delegar. Conocen perfectamente a su equipo de trabajo y reparten y organizan tareas acordes a los perfiles de cada uno. Un signo fuerte de liderazgo es la capacidad de delegar en otros, pues crea compromiso y lealtad. El líder acepta feedback, define expectativas, etc. Para algunos líderes delegar es un sinónimo de perder el control sobre el proyecto y acaban abarcando todas las tareas, provocando así problemas como el estrés, desmotivación, falta de perspectiva global…

Integridad/honestidad. El buen líder de hoy en día, crea un escenario de respeto hacia los demás, al ser abierto y honesto fomentará dichas cualidades en los demás: habilidad para disculparse, responsabilidad, ética en el trabajo, confidencialidad…
Planificación estratégica. Un buen líder debe ser experto y conocedor de todo lo que rodea a la empresa. Desde el estado actual de la compañía hasta el equipo humano, pasando por los recursos de los que dispone. Esto le facilitará elaborar una ruta que permita a su equipo alcanzar los objetivos establecidos de manera más sencilla y clara. La planificación estratégica está formada por diferentes habilidades como son la intuición, la creatividad y la estrategia. Por lo que el líder deberá ampliar su visión y contemplar desde un segundo plano la empresa para observar las mejoras que pueda realizar.

Comunicación. Con toda seguridad, la comunicación es uno de los factores clave que inclinan la balanza hacia un buen líder. Debe poder explicar de forma clara a sus empleados todo, desde los objetivos de la empresa hasta tareas específicas. Los líderes deben dominar todas las formas de comunicación, incluidas las conversaciones personales y con todo el personal, así como la comunicación por teléfono, correo electrónico y redes sociales. Prestar atención, ser conciso o tener un buen control sobre el lenguaje no verbal, son algunas de las claves para mejorar las habilidades comunicativas.

Capacidad de coordinación y colaboración. Es de gran importancia la colaboración y coordinación con los equipos de trabajo. Por eso el líder debe fomentar estos comportamientos si quiere que su equipo consiga los objetivos marcados siendo eficiente y eficaces a la hora de trabajar. Esto ayuda a los trabajadores a organizar sus tareas y que estas no se solapen con otras, además de solucionar los problemas que vayan surgiendo durante el proceso de las tareas.

Se puede ser un buen líder gracias a la comunicación pero no es una tarea fácil, pues la idea de comunicarse plantea numerosas cuestiones que es necesario dominar. Veamos un poco más sobre la importancia de la comunicación en el buen líder.

Comunicación y buen liderazgo

No hay duda que la comunicación es una función prioritaria del buen liderazgo. La comunicación efectiva y el liderazgo positivo están estrechamente relacionados.

Los líderes deben ser comunicadores expertos en innumerables relaciones a nivel organizativo, en comunidades y grupos, y en ocasiones a escala global.

Como líder es indispensable crear un modo y una voz dentro de la comunicación, la cual genere una personalidad propia y se aleje de un posible corporativismo, que proyecta cierta lejanía y poca empatía hacia los demás. Para una gran mayoría de expertos en comunicación y liderazgo, se valora la persona real y un mensaje real, nada de artificios.

Otro dato interesante sobre la comunicación y liderazgo es la visibilidad, esto quiere decir que permanecer visible y comunicar en persona es mucho más valorable que hacerlo vía mensajes u otros medios. La otra parte valora no solo el mensaje también la persona.

Otra cualidad, muy compleja e indispensable, de un buen líder es saber escuchar. Por lo general, en la vida diaria las personas no somos buenos oyentes, en ambientes de trabajo no hay margen para el error. Los buenos comunicadores también son buenos oyentes. Cuando escuchas bien, obtienes una comprensión clara de la perspectiva y el conocimiento de otra persona. Además la capacidad de escuchar fomenta la confianza, el respeto y la colaboración.

A continuación, vamos a exponer una serie de acciones prácticas que potencian una correcta comunicación en el ámbito del liderazgo:

Comunicar siempre. La habilidad de la comunicación se demuestra ejerciéndola. El buen líder comunica de manera frecuente y con claridad información o pensamientos en diferentes medios. Promueve la comunicación y propone soluciones para crear espacios de comunicación abiertos y profesionales.
Simplifica el mensaje. Los mensajes son directos y no se esconden detrás de argumentos metafóricos o sin sentido. La comunicación simple es una comunicación inteligente, exenta de grandes datos o volúmenes de información.
Hablar poco y escuchar mucho. La comunicación no es solo hablar. Saber escuchar es parte fundamental de una buena comunicación. Para muchos un buen equilibrio es aquel que combina un 80% de escucha y un 20% de conversación. Fomentar las ideas y opiniones de la otra parte es cualidad de un buen líder.
Credibilidad. La credibilidad es uno de los grandes motores del liderazgo, generar una credibilidad efectiva y real es básico. No aleje sus acciones de su mensaje o esta credibilidad puede bajar a límites preocupantes.

Ser un buen líder no es una tarea fácil requiere dominar muchas habilidades. Pero es posible ser un gran líder gracias a la comunicación, pues con esta habilidad se sienta las bases para poder trabajar en el camino del buen liderazgo.