Cómo hidratarse en el trabajo

Por fin ha llegado el verano y el calor aprieta, aunque en gran parte del país llevaba haciéndolo ya algunas semanas. Estar bien hidratado siempre es importante, pero cuando las temperaturas alcanzan cotas tan elevadas como las que estamos padeciendo, hidratarse no es una opción, es una obligación.

El agua es el elemento principal de nuestro organismo. Nuestro cuerpo está formado por un 75% de agua. Eliminamos una parte del agua a través de la transpiración, la orina y la respiración. Por eso, para sentirnos bien, renovar el agua del cuerpo y estar concentrados en el trabajo, es muy importante consumir, al menos, 1,5 l. de agua diarios.

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¿Por qué el agua nos ayuda a estar concentrados? El cerebro humano se compone de más de un 80% de agua. Si no nos hidratamos bien durante nuestra jornada laboral, aparecerán síntomas de deshidratación como sequedad en la boca, sed, sensación de fatiga, migrañas o mareos. Estos síntomas provocan una bajada de energía y de concentración que afectará a nuestro rendimiento en el trabajo. Por eso, es vital que nos hidratemos bien a lo largo de nuestra jornada laboral, independientemente de que nuestro trabajo sea sedentario o físico.

Además de una mayor concentración y un mejor funcionamiento del cerebro, hidratarse bien diariamente permite eliminar las toxinas del cuerpo y regular correctamente su temperatura.

Otro de los órganos que necesita que estemos bien hidratados es el corazón. Si no bebemos suficiente agua, baja nuestro nivel de sangre (la sangre se compone de un 83% de agua) y el corazón tendrá que realizar un esfuerzo extra para bombear sangre a todo el cuerpo. Por lo tanto, estar bien hidratados también nos ayuda a prevenir problemas cardíacos.

Bien, aclarada la importancia de una correcta hidratación, te daremos algunos consejos para que durante tu jornada de trabajo no descuides el sencillo gesto de beber agua:

1. No esperes a tener sed para beber. Puede parecer una evidencia pero es el consejo más importante. Es primordial no esperar a tener sed para beber un vaso de agua. La sensación de tener sed aparece una vez que ya estamos deshidratados.

2. Bebe a lo largo de todo el día. Lo ideal es beber regularmente, a lo largo de toda la jornada. No esperes a las pausas de las comidas para beber y, preferiblemente, hazlo a pequeños sorbos.

3. Bebe antes, durante y después de la comida. Es importante beber regularmente a lo largo de todo el día y, también, no concentrar la ingestión de mayor cantidad de agua en el momento de la comida, puede dificultar nuestra digestión.

4. Ten una botella de agua siempre a mano. Lo ideal es que tengas siempre un vaso o una botella de agua cerca de ti. En casa, en la oficina, mientras haces deporte…

5. Favorece el consumo de frutas y verduras. Las frutas y verduras contienen una gran cantidad de agua. Si te cuesta beber agua a lo largo del día, las frutas y las verduras son la alternativa perfecta para mantenerse hidratados.

6. Hay más bebidas aparte del agua. Los tés o las tisanas son perfectos para tomar algo mientras haces una pausa en la oficina. ¿Y en el desayuno? ¡Un buen zumo de naranja lleno de vitaminas!

Una correcta hidratación y una alimentación adecuada para esta época del año te ayudarán a combatir las altas temperaturas y a estar más concentrados y a pleno rendimiento durante las jornadas de trabajo estivales.

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