El síndrome burnout cada vez está más presente en las oficinas y poco a poco está constituyendo una amenaza para la retención del talento. Así lo refleja un estudio realizado por la compañía Kronos en colaboración con la firma Future Workplace.
Según lo encuestados, las causas más comunes para desarrollar este síndrome son las cargas de trabajo poco razonables, los salarios poco competitivos o demasiadas horas extraordinarias. Asimismo, la tecnología desfasada o la falta de organización contribuyen a este gran enemigo de la productividad y la motivación. Muchos de estos factores escapan al control de la gestión del responsable de recursos humanos, sin embargo, existen otros problemas que sí pueden combatir como por ejemplo cuidar el ambiente de trabajo o fortalecer la cultura de empresa y la estrategia corporativa.
Para solucionar las posibles debilidades que puedan surgir en estos ámbitos, la solución es clara: comunicación. La falta de comunicación es una de las principales causas de que el equipo humano se queme.
La comunicación interna juega un papel muy importante para fortalecer la relación con el equipo. Muéstrale a tu equipo la importancia de su trabajo y de su rol dentro de la fotografía general de la empresa. Otra de las medidas que puedes tomar es facilitar espacios de trabajo colaborativo, salas de reuniones en las que se pueda generar un ambiente propicio para exponer las quejar y buscar soluciones a los problemas que se planteen. Asegúrate de mejorar las redes de comunicación interna.
¿Qué otras medidas puedes tomar para evitar que tus empleados se quemen? Fomenta una cultura sana entre los trabajadores. Favorece un horario flexible, transmíteles la importancia de mantener una dieta sana y equilibrada e incide en la necesidad de realizar descansos a lo largo de la jornada.
